DNS, o el Sistema de Nombres de Dominio, es una parte fundamental de Internet que nos permite navegar por la web con facilidad. Es como la guía telefónica de Internet, que traduce los nombres de dominio amigables para los humanos en direcciones IP amigables para las máquinas.

El DNS se inventó en la década de 1980 como reemplazo del antiguo sistema de archivos de hosts que se usaba para asignar nombres de host a direcciones IP. Este nuevo sistema fue diseñado para ser más escalable y flexible, y rápidamente se convirtió en el estándar de facto para la resolución de nombres en Internet.

Hoy en día, el DNS es una parte esencial de cómo usamos Internet. Cada vez que visita un sitio web, su computadora envía una solicitud de DNS a un servidor DNS para buscar la dirección IP de ese dominio. El servidor DNS luego responde con la dirección IP correcta y su computadora puede cargar el sitio web.

El Sistema de nombres de dominio (DNS) es la guía telefónica de Internet. Es un sistema descentralizado que traduce nombres de dominio amigables para humanos como www.google.com en direcciones IP amigables para máquinas como 216.58.217.4.

Cuando ingresa una URL en su navegador, su computadora se comunica con un servidor DNS y solicita la dirección IP asociada con el nombre de dominio. Luego, el servidor DNS responde con la dirección IP y su navegador se conecta al sitio web en esa dirección.

Cada máquina en Internet tiene una dirección IP única que le permite comunicarse con otras máquinas. Cuando ingresa un nombre de dominio, el DNS traduce ese nombre a una dirección IP para que su computadora pueda comunicarse con el servidor que aloja ese sitio web.

La propagación de DNS es el proceso mediante el cual un cambio realizado a un dominio es informado a los servidores dns a través de Internet. Puede tomar hasta 48 horas para que un cambio de DNS se propague por completo. Esto se debe a que hay muchos servidores DNS en todo el mundo y cada uno debe actualizarse con la nueva información de DNS.

Los cambios de DNS generalmente los realizan los propietarios de sitios web cuando cambian de proveedor de alojamiento o realizan otros cambios en la configuración de su nombre de dominio. Sin embargo, cada vez que se realiza un cambio de DNS, debe propagarse a través de Internet antes de que surta efecto.

Durante la propagación de DNS, es posible que algunos usuarios sigan siendo dirigidos al sitio web o la dirección IP anterior, mientras que otros son dirigidos al nuevo. Esto se debe a que los diferentes servidores DNS de todo el mundo se actualizan en momentos diferentes. Eventualmente, todos los servidores DNS se actualizarán y todos podrán ver el nuevo sitio web o dirección IP.